Alimentación durante el embarazo
Dra. Dª. Ana Monfort Quintana, Médico Ginecóloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.
Recientes investigaciones establecen una estrecha relación entre la alimentación equilibrada de la madre embarazada y el correcto desarrollo del feto. Una nutrición equilibrada durante el embarazo es de gran ayuda a la hora de prevenir abortos, alumbramientos prematuros o la disminución de peso o talla.
Dieta equilibrada para embarazadas
En líneas generales, la alimentación durante el embarazo será la misma que la de cualquier mujer sana, pero con algunos cuidados especiales. Se ha de seguir una dieta variada y equilibrada aumentando la ingestión de alimentos ricos en hierro y ácido fólico, durante la gestación.
• Hierro: lo encontramos en la soja, las lentejas, las espinacas, judías verdes y los guisantes. El hierro es necesario para que el feto pueda aprovechar el oxígeno. Su carencia produce la anemia ferropénica: disminuyen los glóbulos rojos y, por tanto, disminuye el paso del oxígeno al feto a través de la placenta.
• Suplementos de ácido fólico (vitamina B9): se debe tomar dos o tres meses antes del embarazo y a lo largo de la gestación. El ácido fólico está implicado en el crecimiento de las células y su carencia puede dar lugar a defectos en el crecimiento del tubo neural del feto (el futuro cerebro y médula espinal del niño), lo que se traduce en la formación de espina bífida. La ausencia de ácido fólico es responsable también de otras afecciones graves para el feto, como el desarrollo del labio leporino, el aborto espontáneo en el primer trimestre, el aumento de la tensión arterial, poco desarrollo en la talla del feto o el desprendimiento de la placenta.
Nutrición durante el embarazo
Se debe repartir la ingesta de alimentos en cinco o seis comidas moderadas. Hay que repartir las comidas a lo largo del día y no comer sólo cuando se tiene hambre. La ración es la habitual en las tres comidas principales, añadiendo un aporte extra menor entre horas. Es tan erróneo intentar "preservar la figura" como seguir la tradición que dice que "la mujer debe comer por dos". El aporte diario de agua no debe ser inferior al litro y medio, restringiendo el consumo de bebidas estimulantes o refrescos azucarados.
Hay que evitar las comidas irritantes para el estómago, como el chocolate, las bebidas que contienen cafeína, la menta y los alimentos grasos. El alcohol y el tabaco deben eliminarse totalmente durante el embarazo porque ocasionan graves alteraciones al futuro bebé. Los antojos se producen en un 60%-90% de las embarazadas y tienen un componente emocional más que fisiológico. Es preferible satisfacerlos de forma moderada antes que reprimirlos.
Saber más
A la embarazada se le pueden recomendar suplementos vitamínicos para evitar deficiencias nutricionales. Siempre bajo supervisión médica, ya que el grupo de vitaminas liposolubles (A, E, D y K) se acumulan en el organismo en caso de sobredosis y pueden llegar a ser tóxicas para el feto. Los suplementos de vitamina A, en concreto, no se aconsejan para la mujer embarazada.
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